EL SILENCIO

El silencio y la oscuridad, un momento de reflexión

Jesús Cautivo salió a hombros en una noche de silencio roto por la bocina.

Fotografía de Isidro García Fernández

La noche de Miércoles Santo está cargada de simbolismo. La Virgen de la Esperanza nos anuncia el dolor próximo de Jesús en estos días y los negrillos de Calzada nos lo enseñan. Una noche oscura, con el pueblo en penumbra, donde los nazarenos, en silencio, acompañan a Jesús Cautivo en una estación de penitencia que se reza en cada una de las catorce estaciones. 

Jesús Cautivo es portado a hombros, en silencio, éste roto por el lamento de la bocina y la banda de cornetas y tambores en cada una de las catorce estaciones. El caminar transcurre sin incidentes en una noche donde las luces se van apagando durante el paso. Respeto de fieles y público en general, dándole el valor que esta procesión merece.

Debemos recordar a la hermandad que vigilen la talla, pues el movimiento de los brazos y de cintura para arriba no era el correcto. (pueden verlo en el vídeo)


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